MEXICALI.- Con el esfuerzo por promover hábitos e información que permitan el cuidado de la salud auditiva y una detección oportuna de sordera congénita, autoridades del Hospital Materno Infantil de Mexicali, emiten recomendaciones al respecto, en el marco de la Semana Nacional de la Salud Auditiva.

José Rojas Serrato, director del nosocomio, explicó que algunos casos de sordera congénita tienen sus orígenes en factores genéticos. Es decir, están vinculados a mutaciones en los genes relacionados con la audición, las cuales podrían ser heredadas de madres o padres, u ocurrir de forma espontánea.

Por otro lado, durante el embarazo el feto puede resultar afectado en la formación del aparato auditivo cuando la madre contrae infecciones como rubéola, sífilis citomegalovirus o toxoplasmosis. De igual forma el uso de cualquier droga durante la gestación podría provocar esta condición, así como una mala dieta carente de nutrientes y ácido fólico.

A su vez, un nacimiento prematuro podría ser causa de problemas de audición dado que el sistema auditivo podría no haberse desarrollado adecuadamente.

“También es importante que durante la gestación las mujeres no se auto mediquen, porque muchos fármacos tienen contraindicaciones. Existen algunos que atacan directamente la salud auditiva del feto y pueden causar sordera permanente”, añadió.

Señaló que en otros casos existen anomalías en la estructura del oído, como la ausencia o malformación del conducto auditivo externo, malformaciones en los huesos del oído medio (osículos), o malformaciones en el oído interno, que pueden causar sordera neonatal.

Es importante destacar que existen situaciones en los que la causa específica de la sordera neonatal puede no ser identificada. Sin embargo, un diagnóstico temprano y la intervención adecuada pueden ayudar a mitigar los efectos en el desarrollo del lenguaje y la comunicación del bebé.

Existen ciertos cuidados que ayudarán a que el sistema auditivo de las y los recién nacidos se mantenga saludable. Se debe evitar la exposición a los ruidos altos, incluso desde la gestación. Después del nacimiento el uso de protectores en ambientes ruidosos es una buena opción. La música debe ser suave y con sonidos sencillos que no sobreestimulen sensorialmente al bebé.

Una infección respiratoria o de oído no atendida oportunamente o la ingesta de antibióticos podrían ser causales de la pérdida de la capacidad auditiva del recién nacido. Por ello es importante consultar a especialistas y evitar la automedicación o remedios del hogar para tratar estos padecimientos.

Finalmente indicó que las personas cuidadoras deben estar atentos a señales de falta de respuesta a sonidos, retraso en el desarrollo del habla o comportamiento inusual puede indicar problemas auditivos y requerir evaluación médica, para lo cual, se recomienda acudir a su centro de salud.

Por NewsBC